La curiosa historia del barniz

Tal vez nos encontremos con la necesidad de buscar un servicio de reparación de portones en el Eixample de Barcelona, donde nos ofrezcan técnicas como el barnizado, entre muchas otras. El barnizado es un procedimiento que otorga a la madera un aspecto renovado, y cuya historia se remonta muchos siglos atrás.

Hay que retroceder hasta el antiguo Egipto para localizar el origen del barniz. Fueron ellos los primeros en usar la resina natural de los árboles para manufacturar los primeros barnices. Estos mismos eran usados para darle un acabado reluciente a los sarcófagos de las momias.

Los griegos, por su parte, lo empiezan a utilizar como método de protección para las maderas de sus embarcaciones debido al deterioro que sufrían por la acción corrosiva de las sales marinas. Ellos no tuvieron la suerte de contar con un servicio de reparación de portones en el Eixample de Barcelona, como ocurre en la actualidad.

La palabra barniz proviene de la voz dialectal «berniz» y esta a su vez del latín «veronix, veronicis» que se relaciona con la resina sandáraca, procedente de la ciudad egipcia de Beronice.

Por otro lado, hay quien data el origen del barniz en la china del Siglo III, y lo sitúa como una técnica de origen coreano. Como se puede ver, el nacimiento del barniz es bastante confuso puesto que también se le concede al pueblo Indio, que junto con los chinos, dicen utilizar los barnices mucho antes de que los famosos artesanos del lacado japonés lo hiciesen.

En la actualidad, los tipos de barniz son muy variados, tanto en su textura, formas y modos de aplicación. Una técnica destinada tanto a reparaciones como a restauraciones.

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